Fotografía de Isabel Muñoz
12 febrero 2021
Abrí los ojos y ahí estaba yo con mis ruidosos estornudos saludando al día. Un montón de pañuelos de papel embutidos en una preciosa caja de cartón y uno, saliendo de ella, ofreciéndose como dama en sueños. La papelera del despacho, ahora mueble de alcoba usado como recinto de virus nasales enredados en papel, parecía pedirme que la vaciara. El espejo del baño, como buen amigo, intenta arreglarme el pelo y me lo pinta sobre los ojos ... todo un amigo. Me aparto el pelo de los ojos, me fijo en mis pupilas para no herirme, y sin pensar me veo en ese nuevo mundo que supone, siempre, poder empezar un nuevo día ... no hay más, ni es poco, para muchos es todo.
Pasó la noche ... despertar cada día es más que un deseo, bienvenido seas nuevo día.
Acuerdo totalmente!!!
ResponderEliminarY esto no es cuestión de edad, ni de estornudos!!! jajajaj La vida es un maravilloso regalo y poder agradecer ese regalo a diario es un verdadero privilegio, como lo es también darse cuenta de ello. Parece simple, pero no todos tienen conciencia de ello. Besos Enrique y bonita noche de viernes.
Simple y deseado y a veces, no sabemos apreciarlo. Cuanta razón tienes, querida Eli.
EliminarFeliz sábado
Asi es amigo Enrique. Bienvenido el nuevo dia y a vivirlo lo mejor posible. Saludos.
ResponderEliminarComparto, pues, contigo este nuevo día.
EliminarUn abrazo de sábado.